Todavía tengo la misma pieza rosada…
que tanto te gustaba…
Te atravesabas en mi…
Jugabas en mí…
Me enloquecía la manera en que mirabas
mis pestañas al
acercarse a tu rostro…
Mientras tanto me besabas…
Clavado en mis pensamientos…
Te quedaste…
Danzando en mis recuerdos…
Te quedaste…
haciendo honor a una injustificada rebeldía y derrapando entre miradas.
ResponderEliminarhola! ...gracias por tu comentario!...mi rebeldía si es justificable....soy rebelde porque no soy lo que el mundo quiere que sea ...porque no callo cuando muchos lo hacen y porque me atrevo a expresar cosas que quizás muchos no se atreverían ...en realidad es solo un poco de mi personalidad!
ResponderEliminarNo había tenido el atrevimiento de comentarte, te felicito tienes un dominio de la poesía erótica despampanante, eso es poesía, rebeldía, lo inusual, el poeta o la poeta son pequeños dioses que ayudan a la humanidad a soñar nueva vez te felicito.
ResponderEliminarMuchas gracias Bladimir!...he estado un poco alejada de la escritura pero volveré a ella en cuanto pueda! ...se le quiere!..Besos!
ResponderEliminar